El Bullarengue:
El Bullarengue es un baile sensual y hay
quienes sostienen que es el descanso del Tamborito y es el que representa en
cada una de sus características, la cultura negra de Darién. Este baile al
igual que el Bunde no han sido definidos al resto del país, perdiéndose el
resto de la nación panameña del momento de completar y disfrutar estos bailes,
A pesar de que el Bullarengue no difiere mucho
del tambor propiamente dicho, se le conserva como el sello de la etnia
negra darienita.
Por más de 300 años los
negros en el poblado de Garachiné y Tucutí, han bailado el Bunde y el
Bullarengue al igual que el resto de las comunidades negras en Darién, como
Yaviza, El Real de Santa María, Pinogana, Boca de Cupe y La Palma, mediante
este baile, la mujer y el hombre negro
se aísla de la realidad y se transportan a un mundo ideal inspirados por el
repicar de tambores, mediante movimientos muy rítmicos y sensuales, se
comunican entre sí y con el auditorio. El bunde carece de violencia, pero cada
movimiento del hombre y la mujer es una obra de arte expresada mediante el
movimiento del cuerpo y la expresión de los ojos.
Los instrumentos propios
para este baile son: dos tambores, el pujador y el repicador, la caja y las
maracas. Es un baile de concentración y
de actitud introspectiva, en donde la
mujer con todo donaire y con el rostro en alto con actitud desafiante y
coqueta, realiza sus desplazamientos con los pies muy juntos y piernas,
cerradas da pasitos sencillos dando la sensación que se resbala por el piso en
vez de caminar dando el aspecto de ser inaccesible un punto prohibido. A este
movimiento se le llama plantillas. Este desplazamiento de la mujer acompañado
del movimiento sincronizado del vientre
y la caderas, hace que el parejo despliegue toda su energía mediante gestos
acrobáticos de rendición y provocación sensual; en tanto la mujer alterna las
“plantillas” con movimientos amplios que a veces llegan al próximo cuando ejecuta el “basar”, que es
el movimiento sincronizado de caderas y vientre, mientras que el parejo como en
transe solitario percibe la aceptación y aprovecha ese momento para acercarse,
más a la mujer, ella lo esquiva con un
rápido desquite y vuelta sin perder la elegancia.
Otro movimiento propio
de este baile es una especie de seguidilla hacia atrás, movimiento en el que el
varón vuelve a acercarse con flexiones acrobáticas que en algunas ocasiones
llegan hasta el suelo.
Al varón se le permite
todo tipo de acrobacia y gestos sensuales que logran encender la alegría en el
público espectador a medida que se repica con fuerza el tambor al compás de la
caja y las maracas. La prueba del sombrero es típico de este baile y revela los
inagotables recursos de que se sirve el hombre para ser aceptado.
En el Bullarengue se
transforman en canto todos los acontecimientos de la vida y la mujer es la
dueña de la fiesta y aunque no haya hombre en la fiesta para acompañarla en el
baile, ella baila, señal de la libertad
que gozaba la mujer en la sociedad africana, en donde se le permita expresar
libremente sus ideas y ser parte activa de la tribu, en América estas
expresiones fueron suprimidas a tal punto, que solo mediante el baile pudo
sacar la gama de valores y deseos reprimidos que llevaba por dentro; el
Bullarengue es más que un baile, es la esencia de lo que el negro es, por eso
en él; en la concentración, la espera, la creatividad, el rechazo, la
aceptación y la alegría.
El Tamborito:
El Tamborito es el baile
popular m{as antiguo y el m{as diseminado por toda la geografía del país y está
muy unido al sentimiento nativo, su primer nombre fue el baile de tambor y
posteriormente se le conoce con el nombre de Tamborito, separándolo así del
grupo de bailes cuyo acompañamiento se hace con un juego de tambores, voces y
palmadas femeninas. En ciertos lugares le añaden el acompañamiento de
instrumentos melódicos tales como: la flauta, el violín y la guitarra.
Es probable que para
1769, ya este se desarrollara en todas las colonias de España en Tierra Firma,
su práctica se daba en la noche ¿y en aquellos espacios de descanso que tenían
los esclavos, después de la dura jornada de trajo, su alegría era tal, que generó
la participación de otros sectores de la población, lo cual motiva que el Rey
de España, le solicite al Gobernador de Cartagena un enfoque sobre la
“moralidad” de estos bailes. La descripción que este hace de los bailes de los
negros en América y en la región de Darién, coinciden con la forma como se
baila, el mismo en esta región del país.
Para bailar tamborito de
hace una rueda de hombres y mujeres, al centro de la misma están los, músicos y
una mujer, la cantadora o cantalante entona una tonada, que en la mayoría de
las veces está relacionada con temas de la selva y es seguida por el coro y las
palmas, que al compás de los tambores, las parejas salen de una en una,
tratando de hacer gala de destreza al bailar y sólo deja de bailar al ser
reemplazada por otra pareja y se integran nuevamente al coro, cada pirueta
efectuada por la pareja es premiada por el grito del coro “hooo ha”, y los
tambores repican con más fuerza. Es un baile rápido y alegre, capaz de agotar
al más fuerte de los bailadores.
Los pueblos de Darién en
donde el Tamborito se bailaba con regularidad y en todas las festividades son:
Chepigana, Tucutí, el Real, Yaviza, La Pelma, Pinogana, Garachiné y Boca de
Cupe. La riqueza y la destreza con que el darienita ejecuta este baile y el
resto de los bailes de tambor, es clara muestra de sus orígenes africanos.
La Cumbia:
La Cumbia ha nacido de ritos nocturnos sincréticos que
aparecieron a orillas del Caribe y del cerro de la Popa en Cartagena, este era un baile sensual fuertemente
reprimido por la inquisición y con el paso del tiempo llega a formar parte del
folklore. Según los informes del investigador colombiano Manuel Zapata
Olivilla, la Cumbia se remota hacia los años 1769 y es practicada en Colombia,
este baile no es propiamente panameño ni tampoco cubano, sus orígenes se
remonta a Colombia; desde donde a Panamá
y adopta sus propias modalidades.
El origen del término
Cumbe, pasa por una serie de consideraciones, ya que hay algunos vocablos de
donde pudo originarse, Cumbe, Cumbiamba, Cumba, Tumba, Cumbé, Tumbé, como se
puede ver hay bastante de donde escoger el termino primitivo para la voz
Cumbia, pero la, más apropiada es la voz Cumba de algunas de las lenguas
Bawtus, si tomamos en cuenta que hombres y mujeres de esta tribus traídos a
América.
La Cumbia es el único
baile popular de ronda que se tiene en Panamá, es una danza de doble ronda
formada por parejas sueltas que se desplazan en sentido contrario a las
manecillas del reloj, las mujeres elegantes ataviadas con flores y adornos en
la cabeza, llevan en su manos velas encendidas amarradas con listones de
colores o un hachón, poniendo la mismas sobre una base que colocan en la palma
de las manos derecha, mientras que con la mano izquierda sostienen un canto de
la pollera, la cual mueven constantemente. Aquella que tienen mayor destreza,
colocan las velas a él hachón encendido sobre su cabeza, los hombres con los
pantalones enrollados hasta la rodilla, los pies descalzos y torso desnudo,
bailan con las manos alzadas al lado de la mujer, ambos dan vuelta dentro del
circulo tantas veces como se repique la caja y solo se hace un intercambio de
parejas.
Los tocadores se sitúan
en el centro, el principal instrumento es el tambor, el cual debe tener
dimensiones superiores o diferentes a las del pujador y el repicador. Este
tambor propio para la cumbia se llama “cumbiero” y debe ser tocado por un
tocador experto, el cual es acompañado por voces femeninas, y un diestro
tocador de las maracas o el rascador. Hay momentos en que usan dos
instrumentos, y la caja que se toca por ambos lados con palos.
Si bien el más antiguo
instrumento melódico, fue la voz humana junto a éste se unieron otras como lo
fueron: el rabel, el violín rústico de tres cuerdas, después se le une el violín
de tipo europeo, luego al acordeón que ha desplazado a los anteriores en las
cumbia más autóctonos, sólo se registra el uso de instrumento de percusión, las
maracas y la voz humana.
Hoy día podemos
encontrar varias modalidades de Cumbia, más las que guardan una relación más
intima con el pasado es la Cumbia darienita, la de Colón y la de Chorrera. Hay
otras modalidades menos antiguas como la Cumbia Santeña, pero todas han
empleado el gesto del bailador y grandes compositores. Por lo fluido de su letra
y lo rítmico de sus melodías, la Cumbia en Garachiné es sumamente agradable si
la comparamos con las del resto de la Provincia.
Aunque la Cumbia, hoy se
baile libremente igual, al aire libre o en un salón, es bueno recordar que la
misma tiene como fundamento la práctica de alguna danza africana muy especial,
y que permitía la participación de todo aquel que quiera bailar, en el África
negra, se baila en todo tiempo y ocasión, más no todos los bailes pueden ser
ejecutados en cualquier momento; sin embargo, la cumbia permite ciertas
libertades a pesar de ser un ritmo nocturno, por la forma de danzar en rueda y
el movimiento que realizan los danzantes, acompañados de gritos, obedeciendo el
llamado que hace con los tambores y el sonar de las maracas. Lo que hoy se
traduce como alegría para el espectador, para el negro que baila, es
transportado y en algunas veces se llega hasta el éxtasis cuando la Cumbia es
bien ejecutada.
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